Una serie de relatos desafortunados

El escritor reedita una antología de cuentos descartados de otros libros. Referente de la poesía de los 90 en Argentina, plantea que su generación fue más abierta para tomar de la obra de los otros: “Nos dimos cuenta rápidamente de que podíamos afanar, robarnos entre nosotros”, dice. 


Epígrafe: “Vivimos en una cultura donde siempre estamos mostrando que la tenemos atada, y eso no es muy productivo.”

“¿Para qué vas a robar un quiosco, si podés robar un banco?”, le dijo, de escritor a escritor, Juan José Saer a Fabián Casas. El hurto en cuestión es más literario que literal; se refiere a una escritura consciente que se apropia de diversos procedimientos, formas y texturas de las autoras y autores leídos. En el prólogo de Una serie de relatos desafortunados (Emecé), una antología de cuentos que “no funcaron”, que nunca antes había publicado porque los encontraba defectuosos o fallidos, el poeta, narrador, ensayista y guionista recuerda que de joven fantaseaba con la idea de que para poder escribir tendría que mantenerse aislado, sin hijos ni obligaciones. 

Mientras escribía esa introducción, para el libro que editó por primera vez Eloísa Cartonera en 2020, tenía a sus espaldas a su hijo Julián, entonces de cinco años, jugando con unos dragones chinos que peleaban con el Hombre Araña. Y a su hija Ana, de diez, que se acercaba para contarle escenas de un libro de Harry Potter que estaba leyendo. Desde octubre de 2022, un fallo judicial le prohíbe a Casas ver a sus hijos. No alcanzan las palabras, ni todas las lágrimas que derramó, para describir el dolor que siente en este “exilio” desgarrador de su paternidad.

La esperanza de Casas (Buenos Aires, 1965) está en que la jueza comience la dilatada revinculación con sus hijos (ver aparte). El autor de los cuentos Los Lemmings; las novelas Ocio y Titanes del coco; los ensayos La supremacía Tolstoi y Papel para envolver verdura; Horla City, su poesía reunida desde 1990 hasta 2010, entre otros, tomó el título del libro que acaba de reeditar de Una serie de eventos desafortunados, una película que después dio origen a una serie de Netflix. Son en total siete relatos; dos se agregaron en esta nueva edición: “La limpieza”, con un narrador en primera persona que asiste a la exhumación del cadáver de su madre, que murió hace cinco años; un texto que se lo mostró a Ricardo Zelarayán y sólo se limitó a gruñir (no le gustó). El otro, “La cárcel”, lo escribió mientras estaba guionando junto a Luis Ortega y Rodolfo Palacios la película El JockeyEl escritor fue guionista del film Jauja, dirigido por Lisandro Alonso y protagonizado por Viggo Mortensen, con quien Casas comparte la pasión por San Lorenzo; y en 2007 obtuvo en Alemania el prestigioso premio Anna Seghers.

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